ESPACIO ÉTICO PLÁSTICO ABIERTO AL JUEGO DE RELACIONAR PALABRAS, FORMAS, Y COLORES AL RITMO ÍNTIMO DEL UNIVERSO...
2/12/10
FORMA Y TRANSPARENCIA
Dentro y fuera de mi pupila.
Entrada abierta a lo conocido
Entrada abierta a la unidad
Entrada abierta a la inmensidad
Dentro del espacio y el tiempo.
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Esa visión casi inmaterial que ofrecen estas obras me parece casi una fuga de la realidad un escape metafísico del autor; escape que intenta compensar con el manifiesto de Kiplig como quriendo rescatar a un niño, perdido y asustado ante el enfrentamiento esteril de los mayores... Dorian
La visión que la obra de José Córdoba me sugiere no es un escape metafísico de la realidad sino un nuevo acercamiento a la misma habiendo superado ya los opuestos... Dentro y fuera ya no son dos cosas diferentes son una misma realidad. Si dentro te sientes un todo fuera te sientes solo una parte. Lógicamente al ser solo una parte te sientes mas paqueño; pero ser pequeño y ser una parte es tener conciencia de la realidad en la cual te mueves, pero eso no es sinónimo de debilidad, ya que el valor no se mide por tamaño o peso sino por esencia y autenticidad y las sugerencias que trasmite la obra de José Córdoba son esencialmente autenticas porque estan comprometidas con el todo y tienen un gran valor porque sabe que solo es una parte de ese todo que le envuelve... Maco
Querido Pepe: En el arte tu has descubierto el valor de la ingravidez de los elementos, soñados en la realidad intangible de sus formas, vitales en su frenesí cromático, emocionales en su poético calibrado, sin necesidad de regla. Has descubierto el prodigio de salir de uno mismo para integrarse, con todos los demás, en un espacio de trascendencias aéreas... infinitas, inmensas y sutiles a un tiempo. El problema es que ese maravilloso espacio, por desgracia, está muy poco habitado, no se si por inmenso o por reducido e inmediato. Haces un gran papel, didáctico y plástico. Con toda mi admiración y afecto Tonico Gascó
Respecto a la obra nueva de José Antonio Córdoba Chaparro, diré que nuestro artista ha recorrido un gran trayecto para llegar a una pintura más amable y etérea, tangente al clasicismo renacentista. Actualmente Córdoba dirige nuestra atención hacia el interior de un escenario sensorial del cual emergen antiguas referencias llenas de luz, que parece reflejada por el horizonte Mediterráneo. Así pues, el color azul, cálido y frío, se ha apropiado del espacio, surgiendo la serenidad sobre las antiguas turbulencias y tensiones. Ahora el lienzo ya no sufre, pues en esta nueva etapa queda inmerso en un espacio de armonía vital en el que se distinguen referencias tangibles conocidas que dan a su obra un sentido más asequible, vivo y poético, aunque todavía se vislumbran algunas “sombras” que permanecen amagadas entre la tenue arquitectura, restos de quimeras de las que sólo el artista conoce la complicidad. Estos cambios estéticos son un capítulo más que completan las etapas sensoriales del prolífico pintor y escultor. Carlos Aurelio,
4 comentarios:
Esa visión casi inmaterial que ofrecen estas obras me parece casi una fuga de la realidad un escape metafísico del autor; escape que intenta compensar con el manifiesto de Kiplig como quriendo rescatar a un niño, perdido y asustado ante el enfrentamiento esteril de los mayores...
Dorian
La visión que la obra de José Córdoba me sugiere no es un escape metafísico de la realidad sino un nuevo acercamiento a la misma habiendo superado ya los opuestos...
Dentro y fuera ya no son dos cosas diferentes son una misma realidad. Si dentro te sientes un todo fuera te sientes solo una parte. Lógicamente al ser solo una parte te sientes mas paqueño; pero ser pequeño y ser una parte es tener conciencia de la realidad en la cual te mueves, pero eso no es sinónimo de debilidad, ya que el valor no se mide por tamaño o peso sino por esencia y autenticidad y las sugerencias que trasmite la obra de José Córdoba son esencialmente autenticas porque estan comprometidas con el todo y tienen un gran valor porque sabe que solo es una parte de ese todo que le envuelve...
Maco
Querido Pepe:
En el arte tu has descubierto el valor de la ingravidez de los elementos, soñados en la realidad intangible de sus formas, vitales en su frenesí cromático, emocionales en su poético calibrado, sin necesidad de regla. Has descubierto el prodigio de salir de uno mismo para integrarse, con todos los demás, en un espacio de trascendencias aéreas... infinitas, inmensas y sutiles a un tiempo. El problema es que ese maravilloso espacio, por desgracia, está muy poco habitado, no se si por inmenso o por reducido e inmediato.
Haces un gran papel, didáctico y plástico.
Con toda mi admiración y afecto
Tonico Gascó
Respecto a la obra nueva de José Antonio Córdoba Chaparro, diré que nuestro artista ha recorrido un gran trayecto para llegar a una pintura más amable y etérea, tangente al clasicismo renacentista. Actualmente Córdoba dirige nuestra atención hacia el interior de un escenario sensorial del cual emergen antiguas referencias llenas de luz, que parece reflejada por el horizonte Mediterráneo. Así pues, el color azul, cálido y frío, se ha apropiado del espacio, surgiendo la serenidad sobre las antiguas turbulencias y tensiones. Ahora el lienzo ya no sufre, pues en esta nueva etapa queda inmerso en un espacio de armonía vital en el que se distinguen referencias tangibles conocidas que dan a su obra un sentido más asequible, vivo y poético, aunque todavía se vislumbran algunas “sombras” que permanecen amagadas entre la tenue arquitectura, restos de quimeras de las que sólo el artista conoce la complicidad. Estos cambios estéticos son un capítulo más que completan las etapas sensoriales del prolífico pintor y escultor.
Carlos Aurelio,
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