CÓRDOBA,
LA FILOSOFÍA APLICADA AL
LABERINTO CREATIVO
ALICIA
COSCOLLANO (7dies
14/10/2007)
José
Córdoba nos recibe en su taller, un espacio evocador y luminoso que, justo en el
área final, mantiene sus ventanas tapadas para poder “pintar desde dentro”. La
música clásica y los pigmentos se mezclan en un ambiente austero pero agradable,
acogedor, ordenado. Córdoba, que nació en Santisteban del Puerto, ya pintaba a
los cinco años los muros de su casa y, desde entonces, ha venido aplicando su
filosofía vital, su método de trabajo, a todos sus lenguajes plásticos.
Consciente, quizá, de que bajo las obsesiones personales de las que todos
disfrutamos, o sufrimos, en cada pincelada, incluso en la destrucción creadora,
se esconde un paso más hacia uno mismo y hacia su capacidad de expresarse con un
lenguaje que requiere una traducción nítida y fiel del claro oscuro del ser
humano.
De
pintura, estilos y honestidad
¿Cuándo
cogió por primera vez un pincel?
Pintar
fue un recurso natural desde la infancia. En aquel tiempo no era obligado ir al
colegio, así que ya sabía manejarme dibujando antes de saber leer y escribir. Mi
madre me facilitaba colores y, un día, le dije “yo quiero ir al colegio”; tenía
ocho años. Asistí a la escuela hasta los doce años después la deje porque me gustaba más ayudar a un
señor que pintaba santos y iglesias. Así que me fui a trabajar con él, de
ayudante. Mi madre tuvo la cualidad natural de influir valor en mí, no fuera de
mí. Me dio a entender que el valor estaba
dentro de las personas y que lo único que tenía que hacer era desarrollarlo.
-¿Siguió
trabajando como ayudante del pintor de iglesias?
Quería desplazarme a Madrid y necesitaba dinero
para pagarme el viaje, así que con ese trabajo gané lo suficiente para realizar
un primer viaje a Madrid. Allí pude ver
el Museo del Prado y el Museo de Arte Contemporáneo, cosa que me produjo un
choque muy grande. Desde ese primer viaje, a los dieciséis años, he estado
uniendo la pata con la oreja: lo clásico con lo moderno, ruptura que no entendí
nunca ni me explicaron bien. Yo he tratado de explicarlo lo mejor posible, y
pienso que esa ruptura ni ha existido ni puede existir mientras que exista la
vida. La propia vida se empeña en hacer una parodia de ruptura, pero a pesar de
esto la vida continua unida desde el principio. Y en las clases lo he explicado
así: los alumnos, estudian en el clásico el arte moderno y se dan cuenta de que lo esencial permanece…,por lo tanto, no
hay una ruptura.
-Y
tras el viaje a Madrid?
Me
puse en contacto con la escuela de
cerámica de la
Moncloa , y conseguí entrar con una beca. Allí estudié las distintas asignaturas de cerámica pero principalmente modelado y pintura
aplicada a la cerámica;
posteriormente ingresé en Bellas Artes. Primero hice un intento en
Madrid, y luego me desplacé a Barcelona, atraído por la obra de Gaudí. Ingresé
en Barcelona y, curiosamente, me salieron unos encargos del Museo del Prado para
realizar copias de Zurbarán y del Greco y, entonces, trasladé la matrícula a
Madrid. Allí estudié la historia del arte y la pintura. Después, visité algunas
ciudades de Europa, sobretodo Italia. Luego me di cuenta de que en Barcelona se
estaba dando lo último en pedagogía y, nuevamente, trasladé la matrícula a
Barcelona.
-¿Algún
recuerdo de aquella época?
En
aquella época la burocracia no era tan burócrata como en la actualidad y
trasladaban las matrículas con cierta facilidad, sobretodo si observaban un
interés auténtico. Y yo otra cosa no he tenido, pero, cuando me ha interesado
algo, la paliza la he dado. Tenía una beca y solía ganármela a base de trabajar
mucho, y, un día, me la denegaron. Recuerdo que entonces me fui al palacete del
ministro de Educación y me senté en la puerta.
-Una
protesta al estilo Gandi.
Sí,
yo, muy tranquilo. Eran las diez de la mañana, y a las dos de la tarde aún no me
habían recibido, pero yo seguía sentado en la puerta, hasta que me hicieron
pasar los guardias de seguridad, que debieron pensar que era, más o menos, un
tarado mental. Pero yo solamente era una persona normal y corriente que quería
solucionar un pequeño problema. Evidentemente, el ministro no me recibió, me
recibió un secretario que tras estudiar mi expediente, descubrió el error y me
doblaron la beca, mi biografía daba para eso.
¿Como
debo llamarle, profesional de la pintura o
artista?
Un trabajador del lenguaje plástico, porque
pienso que las cosas no se pueden hacer sin trabajo.
-¿Qué
es un artista?
Pues,
no lo sé. Las palabras arte y artista y
la vanidad que conllevan las puse en
cuarentena hace mucho tiempo. Las metí en un cajón y no sé de ellas. Trato de
trabajar y ordenar lo que siento, pienso y hago en un todo armónico, y eso, para
mí, es un valor. Otra cosa es que ese
valor sea certificado, conocido o no. Pero eso no es problema mío, mi problema
es el trabajo diario.
-Usted,
a parte de pintura, también hace esculturas
Estudié
dos años escultura en la Escuela Central de Artes y
Oficios por la noche, en Madrid. Y la cerámica está ligada a la escultura. La he
practicado menos porque la escultura requiere unos talleres especiales, pero, de
todos modos, no me he dedicado a comercializar ni la pintura ni la
escultura, lo mío es un proceso íntimo de
búsqueda de cualidades que he traducido en
mi propio lenguaje o mi modo de verificar
esto que yo entiendo por realidad.
¿Dentro
de qué estilo situaría su pintura, si es que cree en los
estilos?
No
me he preocupado de crear un estilo ni de ubicarme en un lugar, estoy aquí y me
doy cuenta de ello, eso es lo que importa.
Pero
cuando vemos un cuadro suyo, se sabe que es suyo
Es
porque procuro ser auténtico. A mi me ha interesado, sobretodo, no engañarme, y
creo que no engañándome a mi no engaño a los demás. Traduzco lo mejor
que encuentro dentro y fuera de mi en cada momento.
¿Huye
de grandilocuencias?
Yo diría que no hay que mirar las cosas por su dimensión, porque lo pequeño es
esencialmente igual que lo grande. Una gota de agua es esencialmente igual que
un océano. Me interesa la esencia, y
sobre todo el valor emergente de esa esencia. El valor establecido está bien, pero me doy cuenta que al establecer algo lo estereotipamos y separarse de la
realidad.
¿Que
maestros citaría?
Le
debo bastante a Zurbarán, a Rembrandt, a Velázquez, como no, y, de los modernos,
a Cezanne, como introductor de un lenguaje plástico que traduce a una forma lo
que percibe de la naturaleza. Luego les siguen Picasso, y Juan Gris, con el
cubismo y, bueno, luego han construido muchos ismos, pero, fundamentalmente, me
quedaría con esos.
La
luz es importante
Fundamentalmente.
La luz y, yo diría, respirar el ritmo de la naturaleza. La naturaleza tiene un
ritmo, un color. Puede haber caos, pero dentro del caos también
hay...
Una
secuencia
Y
una continuidad, en la vida, que no se para. Cuando queremos atraparla y la
definimos, la hemos fastidiado, y eso a mí, me sirve de inspiración, mi modo de
respirar. Trato de traducirlo, no de copiarlo. Si te has fijado, las ventanas de
mi estudio están cerradas, yo pinto desde dentro. Lo exterior lo respiro por los
otros sentidos, no sólo por la vista.
¿Cómo
se decide si una pintura es“buena”?
En
todo trabajo humano existe siempre algo positivo. Cuando el que ha realizado ese
trabajo es honesto consigo mismo se nota, al igual que cuando es más superficial
en sus expresiones. Siento un profundo respeto por todo aquel que intenta
traducir su trabajo en un tablero, lienzo o dibujo. No me atrevería a
calificarlo de bueno o malo. Es, más bien, una cuestión de grados, que vienen
dados por la sinceridad del que elabora el trabajo, por la honestidad del que lo
ve y por la libertad de prejuicios. A mi no me preocupa solo la apariencia de la realidad porque la
realidad es lo aparente y lo oculto, lo que sucede fuera de mi y dentro de mi.
Para mi, un trabajo válido sería la interacción de esas cosas, encontrar una
respuesta armónica, codificada con un lenguaje plástico inteligible.
Un
cuadro puede ser técnicamente imperfecto pero conmovedor
Sí,
como el ser humano, que yo diría que no es perfecto, pero es conmovedor, por sus
obsesiones, por su falta de criterio, por su querer ser, viendo que no se es, y
por todas esas cosas, que son la vida misma.
¿Un
autodidacta puede pintar un buen cuadro?
Sí,
lo puedo hacer, pero en todo quehacer no nos debemos fiar de las primeras
impresiones. Ni los autodidactas ni los profesionales. Se tiene que trabajar,
volver a observar la naturaleza, y la naturaleza de esa intención que te ha
llevado a actuar, y volverlo a elaborar. Sin un lenguaje, sin un conocimiento
exigible a eso que estás diciendo... no puedes quedarte con el primer beso al
amor, tienes que ir más allá.
¿Cuál
será el ismo del siglo XXI?
En
el siglo XXI, a base de afirmaciones y negaciones rotundas, se están perdiendo los conceptos. Es un momento crítico
para descubrir una percepción nueva de la realidad que se definirá
progresivamente y de una manera más vital. Me imagino el siglo XXI con una
definición mucho más mutante porque se están difuminando esos conceptos, y
existe el peligro de que los conceptos pierdan su esencia y de que lo que
podemos entender por “valor” se confunda con el certificado bancario, y no hay
nada más falso que entender que una cosa tiene valor porque hay detrás muchas
cifras que lo avalan. A veces puede haber certificados falsos, y abultados.
¿En
qué momento creativo se encuentra?
Me
encuentro en el momento, yo diría, que me toca. He finalizado mi etapa docente y
todo aquello que he aprendido y desprendido en el aula lo estoy sintetizando en
mi despedida, podríamos decir, final de esta etapa. Y me preparo con entusiasmo en hacer algo auténtico. Mi trabajo
en el aula ha sido de lo más rico, para mí por lo menos, y creo que para muchos
alumnos porque, con todos ellos, cuando los veo, encuentro una complicidad, un
guiño, un saludo del recuerdo de haber estado bien en el aula.
La
pintura debe estar conectada a otras disciplinas
Pienso
que está conectada con todo. Realmente, es el lenguaje de mayor libertad, pero
esa libertad la ha adquirido a base de responsabilizarse de su relación con lo
demás. La pintura tiene sentido en la medida en que reconoce el valor de lo
demás.
La
cultura te hace libre
Sí.
Sobretodo si la entendemos como cultivar el esfuerzo de cualidades y facultades
humanas. No puedo comprar un cuadro y decir: “soy libre porque tengo cultura”,
sino porque he desarrollado cualidades dentro y fuera de mi, que los demás
reconocen y yo puedo reconocerlas en la obra de los
demás.
Personal
i intransferible
¿Le
resulta ridícula la frase “pintar con el
corazón”?
En
absoluto. Yo pinto con todas las fibras de mi ser, y el corazón es un elemento
fundamental. El ser humano ha desarrollado las manos, pero las manos son los
alicates y están guiadas por impulsos vitales que vienen dados por el
corazón...
Y
por el cerebro
Y
por la inteligencia que lo sustenta. Tiene que haber una dialéctica entre la
emoción, la sensación, los sentimientos y el reconocimiento, darte cuenta de lo
que estás haciendo, no vale “a ver si suena la flauta por casualidad”, se
necesita el estudio de una gramática y un lenguaje codificado.
¿Hay
buenos pintores en Vinaròs?
Pienso
que hay mucho germen y algunas cosas que, yo diría que, si trabajan, pueden
estar bien. Pero quizá abusamos un poco de la etiqueta de “artista” y de “arte”
antes de plantearnos el conocimiento de un lenguaje y el desarrollo de unas
cualidades. Pero eso no es un mal de Vinaròs, es un mal de nuestro tiempo, de la
educación que estamos sufriendo por los medios. Es aquello de : “usted no se
preocupe que apretando el botón se hace todo con el mínimo esfuerzo”. Esto está
generando una cultura del mínimo esfuerzo, y yo creo que el ser humano ha sido
diseñado para ejercer, física y mentalmente un esfuerzo cotidiano. Cuando eludes
el esfuerzo físico y mental y delegas en la máquina, dejas de ser un poco
humano.
¿Esta
situación puede pasarnos factura?
El
ser humano no es tan tonto, no nos puede engañar un mal entendido progreso. Creo
que tiene cualidades para frenar. La naturaleza tiene sus recursos, aunque el
ser humano es el menos consciente de su parte natural. Pienso que puede
reaccionar y que, además, tiene recursos para hacerlo.
¿Cuando
acabemos de pagar las hipotecas?
Y
cuando nos demos cuenta de que el valor no está en lo certificado, sino que está
en nosotros mismos.
¿Cómo
funciona la aleación arte-libertad?
Creo
que el arte si lo entendemos como trabajo sensible consciente y re3sponsable es
una herramienta que nos hace realmente libres, porque no te hace “depender de”,
sino que te crea una independencia de criterio y de acción
propias.
La
autodependencia
Si,
y además llegar a los límites y poder, con lo mínimo, aguantar al máximo
porque hay algo natural, esencial, que creo que no es sólo particular de los
artistas, sino de todos los seres vivos. Conectando con eso, generas libertad y
independencia. Otra cosa es que a la sociedad le interese, realmente, la
libertad y la independencia de los individuos.
¿Qué
es lo que más valora en un ser humano?
Su
capacidad de sentir al otro.
¿Está
trabajando en algún
proyecto?
Mi
proyecto es no perder la ilusión por el trabajo diario, y, si la pierdo,
trabajar por encontrarla. Recuerdo que, cuando pensaba jubilarme, acudí a un
médico joven para que me realizara un chequeo, y él me dijo “hacerse mayor no es
más que, comer un poco menos, y no dejar la actividad”. Con eso me lo dijo todo.
Yo trabajo un poco cada día, disfruto de la naturaleza, respiro el aire, tomo el
sol, y no como más de la que el cuerpo necesita, o sea, no como con la boca,
sino con todo el cuerpo. Voy manteniendo un cierto equilibrio.
¿Pediría
un deseo?
Que
el pasado, el futuro, ni el arte ni la vanidad, me hagan
olvidar, ni darme cuenta, del presente.
Córdoba
es vitalidad, y transmite, como sus cuadros, una luminosidad rica en matices. Da
la impresión de que ha procesado, digerido y matizado todas las teorías
aprendidas para lanzarlas de sus lienzos al observador de una manera directa y
simple, a bocajarro. Córdoba, la filosofía del esfuerzo aplicada al laberinto
creativo, logra como en los títulos de sus pinturas, Liberar, Mirar, Razonar,
Construir y, sobretodo, Vivenciar. Y una no puede dejar de pensar en que le
hubiese gustado asistir a sus clases para poder absorber sus palabras, su luz,
su honestidad. (7dies octubre 2007)
EL LENGUAJE
PLÁSTICO DE JOSÉ CÓRDOBA
MARIAN FONOLLOSA- VINARÒS
(18/06/2005)
P.-
Dentro de las manifestaciones artísticas
¿como situarías la pintura?
R.-
La pintura es un modo más de expresión, que
como latido universal del color y
las formas, sirve no solo para crear
imágenes y configurar ilusiones de realidad, sino para ordenar,
ética y estéticamente las percepciones y abrir nuevas maneras de ver. La
situación actual de la pintura es, de unidad de interrelación
armónica con la vida y todas sus
manifestaciones.
P.- ¿Que significa para ti la pintura dentro de la enseñanza actual?
R.-
El hecho de pintar, no se acaba con
observar y copiar lo que ven los
ojos como apariencia de realidad; o con
la colocación de unas manchas de color, sobre un lienzo provocando un efecto
reactivo o decorativo; sino que implica
también: desarrollar la capacidad de “traducir” y relacionar los distintos
aspectos que configuran la información que captan los demás sentidos y lo que
registra la mente en un todo armónico.
Para ello se necesita conocer el leguaje plástico, sus códigos de símbolos,
formas, ritmos, proporciones texturas y
colores y construir el significado de sus
distintas relaciones estableciendo unidades de interrelación armónica dentro y
fuera de nosotros. Familiarizarnos con el
análisis y la síntesis buscando armonía y coherencia de las partes con el todo de cualquier actividad es parte de la gramática
del lenguaje plástico. Esta práctica abre
los sentidos a la percepción global de
espacios y situaciones, permitiendo avanzar en el terreno de la comunicación con
la práctica habitual de superar opuestos,
ya que la afirmación de algo desde el punto de vista plástico implica, el reconocimiento de lo
contrario, restableciendo en la
interrelación de ambos la belleza del
contrate armónico.
P.-¿
Existen las llamadas corrientes artísticas? ¿Hay modas en arte?
R.-
Dentro de la producción artística actual
existen corrientes que apuestan por una u otra tendencia; algunas son fruto de
la vida y la investigación del autor, referente de su época; otras obedecen a la demanda de mercado y se
acercan más a lo efímero de la moda.
La autenticidad en la configuración artística es
precisamente no caer en esa trampa, y darse cuenta que el
tiempo, el espacio, el sonido, el ritmo, el gesto, la palabra, la forma, la luz y el
color, son elementos libres de creación y
desarrollo humano (este es su valor) y cuando alguien los manipula con intereses
ajenos, este valor se pierde. Por el contrario cuando alguien los
interrelaciona y estructura libre y
armónicamente al configurar una acción,
la cultura se actualiza como espejo de la vida.
P.-
¿ El pintor manifiesta sus sentimientos a los otros o plasma aquello que
observa? (o tal vez: El pintor refleja su evolución personal o plasma la
sociedad que le rodea?
R.-
Ocurre algo de todo eso al pintar. Hay
pintores que por encima de todo quieren expresar sus sentimientos, otros por el
contrario pintan lo que ven, y se
agarran a la simple apariencia de las cosas, otros pretenden retratar la sociedad y
denuncian sus fallos exigiendo un mundo ideal; mientras otros simplemente gestionan su propia evolución en armonía con su entorno.
Todos estos son aspectos del desarrollo de un lenguaje que nos habla de la
diversidad de posibilidades y caminos que
hoy tenemos abiertos. En mi caso concreto me interesa fundamentalmente traducir
al lenguaje plástico todo aquello que captan mis sentidos y registra mi mente
donde quiera que me encuentre; aunque la
síntesis se produce en mi taller.
P.- ¿Cómo te enfrentas a un lienzo en blanco?
R.-
En
ayunas y libre de juicios previos… pero cargado de sensaciones. El lienzo en mi caso es un tablero que me sirve
de soporte, donde despejo el error y se produce el encuentro, de la información
acumulada en las distintas unidades de
interrelación, que percibo al respirar, no solo física, sino psíquica y
afectivamente.
P.- ¿Qué técnicas
utilizas?
R.-
La misma que el hombre del paleolítico: un soporte, un pigmento y un
aglutinante; la diferencia entre él y yo, es
que él, lo hacía con productos naturales
y mis productos, la mayoría son sintéticos.
P.- ¿Que presentas en esta
exposición?
R.-
Mi
modo de hacer. Como dije en la anterior exposición que realicé con motivo del
XXV aniversario del Instituto Leopoldo Queról
en el Auditori: “pintar es para
mi, un modo de preparar las clases”. Es
tanta la energía que se mueve dentro del aula que necesito sistemáticamente
codificar y actualizar sus significados si quiero mantenerme en forma y no ser
yo el que repite curso, ya que al entrar en clase me creo preparado, y al salir
me doy cuenta de lo que necesito aprender. Las
obras que ahora muestro en la sala de la
Fundación Caixa Vinaròs es mi último
cuaderno de preparación anímica de clase, que llamo: SECUENCIAS VITALES
pertenece al 4º tema de la etapa F comenzada el año 2000. Los títulos de los cuadros son verbos
en infinitivo, que invitan a la acción; son enunciados de objetivo de
procedimiento, técnica que utilizamos los
que nos dedicamos a la enseñanza para
trabajar en clase.
P.- Acaba esta frase: Cada artista es un mundo…
R.-
Hace tiempo puse en cuarentena el significado de las palabras “arte
yartista” desde entonces no he
dejado de pintar todos los días, pero no para ser artista y hacer obras de arte,
sino para ser persona haciendo un poco mejor mi trabajo diario. No obstante
terminaré de construir tu frase: “Cada artista es un mundo semejante a
los demás, que buscando la diferencia sabe encontrar su parecido en cada
uno de nosotros”.
(VINARÒS-Junio-2005)VIDA Y ARTE DE JOSÉ CÓRDOBA
ESTER FORNER- LAIA LLORACH -VINARÒS- (26/08/2001)
Esta mañana hemos tenido el placer de conversar con el artista de Jaén José Córdoba Chaparro el cual tras su brillante y peculiar modo de concebir la vida nos ha ayudado a asomarnos al umbral de su arte.
PREGUNTA:
En primer lugar nos gustaría saber ¿qué es lo que le atrajo de la creación
artística? ; ¿por qué empezó a pintar?
RESPUESTA:
Pinto por necesidad; aunque me atrae toda manifestación vital. Mi dialogo con el
otro y el entorno me permite percibir otros aspectos de la realidad.
P:
¿Cómo catalogaría o definiría su obra? ; ¿podría hablarnos un poco de las
técnicas que emplea?.
R:
Me considero un artesano medieval que vivo ética y estéticamente el presente.
Esta dialéctica interior exterior es ley motive de mi funcionamiento como
persona y lo que configura mi lenguaje plástico. Lo demás le toca a los críticos
definirlo y catalogarlo. En cuanto a las técnicas que utilizo: son tierras
naturales y resinas sobre maderas.
P:
¿Por qué en las formas que crea busca la abstracción?
R: Mi modo de respirar mentalmente me lleva a darme cuenta que toda expresión es una abstracción de la vida. Por otro lado mi obra es algo muy concreto que no pretende aparentar nada conocido; es una realidad que puede sugerir nuevas dimensiones...
R: Mi modo de respirar mentalmente me lleva a darme cuenta que toda expresión es una abstracción de la vida. Por otro lado mi obra es algo muy concreto que no pretende aparentar nada conocido; es una realidad que puede sugerir nuevas dimensiones...
P:
¿Hace mucho tiempo que no expone en Vinaròs? ¿Tiene algún proyecto al respecto?
R:
Desde el año 94 que hice en el Auditorio una exposición con motivo del 25
aniversario del Instituto Leopoldo Querol apenas ha salido mi obra del taller,
solo a participar en colectivas y algún que otro encargo. De momento no tengo
ningún proyecto salvo el de respirar lo que ocurre y seguir pintando.
P: ¿Considera usted que se puede vivir del arte?
R:
Yo diría que mi actividad artística me mantiene vivo como persona dentro de una
sociedad utilitaria y consumista siendo el arte algo perfectamente inútil.
Aceptar esta realidad me llevó a ceder parte de mi libertad a la administración.
El arte como la vida no es un negocio es la sociedad la que hace del arte y de
la vida un negocio ajeno a su valor, la vida es movimiento y el arte es
implicación vital.
P:
¿Cuál cree usted que será la evolución del arte?
R: Depende de nosotros. Cada ciudadano es un artista de una categoría determinada; bondad y belleza tienden a unirse en la medida en que el ser humano se implica en el medio y entrega a la vida y no al dólar sus propios valores con respuestas armónicas al otro y su entorno y lo vive como algo propio que está fuera de nosotros con plena autonomía. Entonces el ser humano evoluciona y el arte también.
P: Para finalizar una pregunta sobre nuestra población donde usted vive desde hace años y conocerá tan bien incluso mejor que un propio vinarocense. ¿ Cree que Vinaròs puede considerarse una ciudad cultural o por lo contrario deja mucho que desear?.
R:
Lo uno, y lo otro. Vinaròs es cultural: en la medida en que su actividad se
mueve de un modo armónico en relación con los demás seres vivos y deja mucho que
desear: cuando no respetamos las plantas ensuciamos el entorno, contaminamos los
ríos o hacemos de la naturaleza y sus espacios un negocio.
Verificar la cultura de Vinaròs actual implica:, tener en cuenta la influencia de los emigrantes del Norte que vienen a descansar, o los del Sur, que vienen a trabajar y últimamente los del Este y Latinoamericanos que intentan sobrevivir. No podemos hablar de cultura olvidando el presente ya que la cultura no es solo culto al pasado, también es verificación y aceptación del presente y por lo tanto integración de lo nuevo. Sin los emigrantes Vinaròs seria un pueblo de pescadores muy distinto al de hoy. Su crecimiento ha generado nueva riqueza y también nuevos problemas estructurales... Pero la vida es eso “crecimiento”; o sea: “problemas estructurales por resolver” y es el ser humano el que crece como persona y se hace “culto” cuandoresuelve problemas de un modo armónico; o sea siendo generoso con la vida y no haciendo de los problemas sociales un negocio particular... “Vinaròs lo tiene todo”: es generoso con la vida pero tiene excesos y deficiencias, propio de una ciudad joven que como vosotras necesita darse cuenta de lo que tiene y organizarlo de un modo armónico para ser cada día más “culto” Es entonces cuando ese ciudadano “culto”se siente orgulloso de sus raíces históricas, no las destruye, ni las olvida porque “sabe distinguir entre negocio y autentico valor”. Mientras tanto la cultura Vinarocense la vamos construyendo y destruyendo cada uno de nosotros con nuestro comportamiento diario.
(Vinaròs Agosto 2001)
No hay comentarios:
Publicar un comentario