PEÑISCOLA
PALACIO DE CONGRESOS
Del 30/11/ 2007 al 06/01/2008
CASTELLÓN
AUDITORIO PALACIO DE CONGRESOS
Del 02/05/ al 30/06/2007

VITALIZAR
PALPITOS EN EL ESPACIO
EL TIEMPO DE LOS ASTROS
El Auditori de Castellón
acoge una exposición de pinturas y esculturas de José Córdoba, que suponen, en
un propósito de personal cosmología interior, el culmen plástico de una vida de
ho nda exégesis.
Ese microcosmos del ser humano, de universalidad anímica, se
materializa en sus obras en las que se encarnan el cuerpo y la psique.
CONFIGURAR
La
sensación llega a tomar forma en la geografía
panorámica de sus relieves, que hablan con la voz universal y omisa de la noche
de los tiempos.
EXHALAR
¿De qué color se pinta la nada? ¿Cuál es la forma del silencio?
¿Cómo se materializa la crispación del lapso infinito de un suspiro sideral?.
ENERGIZAR
Una
pasión creadora y destructiva a la vez, aflora en sus trabajos, con denuedo de
génesis y apocalipsis.
PERCIBIR
Una pasión telúrica,
existencial y cósmica, que reclama la música de Wagner.
El informalismo abstracto
de exaltación matérica, redacta, por medio del sortilegio del pincel, que
esfuma el tiempo.
Poemas visuales de soledad territorial
infinita..., y también de esperanza, de ambición, de miedo, de amargura, de pasión y de
piedad...hasta de amor, con o sin objeto.
El humano frente a su territorial existencia,
con anhelos de eternidad.
PRECISAR
¡Qué bien viene a este respecto una cita de Cortázar,
extraída de su Prosa del observatorio, en la que infiere de lo eterno, acercado
al semblante del limitado recurso humano! «...el frío vuelto brasa,
la postura canónica desdeñada por caricias que desnudan, de otra manera, los
ritmos de la luz en el mármol, que ciñen esas formas donde se deposita el
tiempo de los astros y las alzan a sexo, a pezón y a murmullo.»
Cuerpos en las
esculturas de José Córdoba y almas en los relieves: estremecimientos
transfigurados en perspectivas de horizontes ajenos, con otras topografías, con
otros colores no existentes, con luz en las vísceras... El ADN del infinito.
Antonio Gascó
Mayo del 2007
Mayo del 2007
VINARÒS
SALA DE EXPOSICIONES FUNDACIÓ CAIXA VINARÒS
Del 24/06/24/07/ 2005
SECUENCIAS
VITALES. (4º tema de la etapa F comenzada el año 2000)
Yo no pinto lo que veo, más bien “veo” gracias a que pinto…
Pintar
es para mí, una práctica que actualiza mi ilusión de ver… No puedo ver la
realidad, sin ilusión, y no puedo ejercer la ilusión, sin tocar la realidad…
Pintar es un modo subjetivo y ético de acercarme a los distintos aspectos que
configuran esto que ocurre dentro y fuera de mí, que yo llamo “realidad”, no
para imitar su apariencia, ni transformarla en algo diferente, sino para
encontrar armonía vital, en la actual
relación de tensiones y equilibrios.
OBSERVAR
Mi
trabajo diario exige un constante avanzar y
retroceder entre lo que observo en la naturaleza y lo que ocurre en la
relación social. La acción de pintar implica: “traducir”, hacer visible, darme
cuenta y por lo tanto “ver” la acción efectiva de armonía, y contraste que se
produce en el encuentro de la
información que captan mis sentidos y la que es capaz de registrar mi mente.
Las ideas y las sensaciones no están separadas entre si, ni permanecen ocultas;
más bien son estructuras libres, abiertas y entrelazadas en la naturaleza
“interior-exterior”. Pintar es en si, un acto de interrelación donde la mente y
los sentidos se encuentran y construyen la ilusión de realidad…
En
esta aventura de construir y “ver
plásticamente”, encuentro que la apariencia formal de la “realidad” es una síntesis o abstracción
de figuraciones donde se manifiesta la energía vital; y la imagen más real de la forma viva,
una figuración abierta y libre, cuya
estructura cambia en la relación “dentro-fuera” modificando aspecto y significado des de que surge hasta que
desaparece.
ESPERAR
MI
obra es el soporte donde despejo el error
y se produce el encuentro. Donde la naturaleza, la dicha y el conflicto
del “yo y el tú”, se funden en la unidad “espacio–tiempo” El resultado son
resonancias plásticas; imágenes de
“secuencias vitales” percibidas en el instante que siento y entiendo ser una
parte viva de la realidad.
José Córdoba 2005